Continuando con lo
ya expuesto en la revista nº 23 de septiembre
de 2011,
y con
carácter previo a señalar, brevemente,
lo acaecido en el año transcurrido
desde entonces, en Grecia, sugeriría la lectura y/o audición
de cuatro
entrevistas hechas hasta hoy desde Buenos
Aires, que puede consultarse en este mismo blog.
Resulta sorprendente
cómo Grecia, que representa
el 3%
del Producto
Bruto
Interno
(P.I.B.) de toda
Europa ha abocado, sin pretenderlo,
a grandes economías, como España e Italia,
a
una crisis, cada vez más severa, con primas
de riesgo y tipos de interés en los mercados
internacionales insostenibles
a medio
plazo, poniendo en riesgo la propia existencia de la Zona Euro, por
lo que
es evidente la enorme
repercusión
que está produciendo la crisis
griega, sobre todo, en los países periféricos.
Revisemos la situación
de Grecia, en la actualidad: Esta
crisis económica mundial
que nos
afecta desde hace cinco años,
equiparable
al famoso “Crack de New York
de 1929, provocó el primer rescate en mayo 2010, cuyo año finalizó
con una
deuda del 115% del PIB.
El segundo rescate se produjo en marzo de este año 2012, tras el éxito
de la quita
de la
deuda griega y pese al canje de bonos griegos
con los
acreedores privados de 180.000 millones de euros, estando sobre el tapete un
posible tercer rescate, muy corto plazo.
Centrándonos en 2012,
tras la victoria
del partido Nueva Democracia (conservadore) en las elecciones de 17 de junio,
se formó un gobierno pro-rescate con el
PASOK e Izquierda Democrática. El nuevo gobierno,
para intentar salir adelante, está vendiendo
empresas y terrenos
para financiarse y tomando medidas de ahorro. Concretamente, el 1º de
agosto pasado, se acordó recortar 11.500 millones de euros, durante dos años, exigidos
por los prestamistas, cuyo detalle se conocerá a primero de
septiembre próximo, si bien se está
intentando convencer al Banco
Central Europeo
(B.C.E.) y a Alemania, para que estas medidas de ahorro puedan ampliarse
dos años
más, hasta finales de 2016.
Resulta muy ilustrativo
de la situación griega que el 14 de
agosto pasado
se colocó 4.063 millones de euros de
letras del tesoro a tres meses al 4,43% (tipo de
interés muy asumible, cuando en España e Italia se está superando
el 6%),
para financiar la
deuda que vence el 20 del
mismo mes.
Por
otra parte, se planea despedir a 40.000 empleados públicos,
aparte de otros fuertes recortes de tal envergadura, que está sumiendo
a los griegos
en un estado de empobrecimiento insoportable, debido a la rigidez de las autoridades
monetarias europeas y,
sobre todo, por la política
errónea seguida por
la canciller alemana, puesto que
no da
opción alguna a que la economía real griega pueda
reactivarse y generar empleo. La situación prevista para final de 2012,
en términos macroeconómicos, es la siguiente:
un desempleo
que puede rozar el 24%,
según el Instituto
Estadístico Heleno (ELSTAT), un déficit público
del 9,1% del P.I.B. y una
deuda del 90% del PIB (del que el
9%, o sea, la décima parte, son intereses de la
deuda).
Ni qué decir
tiene que la situación es gravísima y puede desencadenarse
una posible
salida del euro y de la
Unión Europea (U.E.), a muy corto
plazo, situación que ya se ha asumido
por los demás países de
la Eurozona y de
la U.E.
Para darnos una
idea de cómo ven a Grecia las agencias de rating o calificación internacionales, la situación se expone seguidamente:
- MOODY´S: La nota máxima es “Aaa” y la mínima es “C”, que se le asigna a
Grecia, significando que el
país está en quiebra o
insolvencia definitiva.
- STANDARD & POOR´S:
La nota máxima es "AAA" y
la mínima es “D”, equivalente a una situación de quiebra
o insolvencia. Pues bien, la calificación
de Grecia e “CCC” (que
es un tramo superior a "D"),
que significa que está al borde
de la
quiebra, con perspectiva
negativa.
- FITCH: La nota máxima es “AAA” y a Grecia se la califica
con
“CCC”, que supone riesgo
de impago y
perspectiva estable, y la peor nota es “DDD”, que equivale a
quiebra o insolvencia definitiva.
Como puede observarse las calificaciones para
Grecia discrepan algo, pero
todas apuntan a la
insolvencia, algo inevitable cuando todo sigue empeorando,
con las medidas continuadas
de recortes, sin que se tome ninguna
medida positiva o de reanimación económica, como sería lo lógico, según la
ciencia económica y el
mismo sentido común, resultando
incomprensible que los
dirigentes europeos no estén
a la altura necesaria para encontrar soluciones, lo
que pone en tela de juicio la propia arquitectura
comunitaria, en la que se produjo una
unión monetaria, pero sin establecerse,
al mismo tiempo, un mecanismo claro de
apoyo a
los países con problemas económicos,
cuyos ciudadanos se ven obligados a vivir en un estado de
shock permanente, sin perspectiva
alguna de futuro, sobre todo,
para los jóvenes,
cuyo desempleo se ha
disparado hasta el 50%, sin otra opción de conseguir
un empleo que emigrando a otros países, principalmente, europeos, como
la propia
Alemania, principal beneficiaria de esta crisis económica global.
Por Dr. Vicente Bastante Jiménez
– Economista.
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